Modelos de la formación online

Modelos de la formación online

Modelos centrados en la tecnología:

Se caracterizan porque su centro de atención es la herramienta tecnológica que se utiliza, tanto si es una sóla como si se trata de la conjunción de diferentes herramientas y también, por el papel poco importante que tendrán los otros dos protagonistas del proceso de formación: el profesor y el alumno. El profesor se convierte en un mero proveedor de contenidos y el segundo, en un usuario que emplea estos contenidos cuando quiere y donde quiere. Por lo tanto, es la tecnología, la que adquiere el papel de transmisor del conocimiento y de facilitador del mismo. Esta excesiva importancia a la herramienta tecnológica suele venir propiciada por ser empresas cuya actividad principal u originaria es el desarrollo de aplicaciones software para el entorno web y que deciden crear un entorno de formación con las últimas tecnologías pero carentes de una base metodológica y un conocimiento de las teorías del aprendizaje que sustenten el diseño instructivo. 

Modelos centrados en el profesor:

Si se emplean en su variante síncrona este modelo se convierte en una reproducción del sistema tradicional en el que el profesor continúa siendo el único referente válido de transmisión del conocimiento, y se utilizan las nuevas tecnologías básicamente para ampliar el alcance de las clases. Habitualmente, esto no comporta ningún cambio en el paradigma educativo, ya que el profesor emplea las mismas estrategias que había utilizado hasta entonces, mediatizadas por el uso de alguna herramienta tecnológica. Un ejemplo de esto, lo podemos encontrar en el uso de la videoconferencia o en las grabaciones en vídeo. Este medio tiene la ventaja de permitir el acceso a la formación de personas muy alejadas físicamente, pero metodológicamente no aporta gran cosa, dado que modifica muy poco el método empleado hasta entonces (clases magistrales): el profesor no varía sus estrategias de enseñanza y es muy poco interactivo. Este caso, no deja de ser un modelo metodológico tradicional centrado en lo que el profesor hace en un aula, siendo los alumnos meros receptores pasivos del conocimiento. En su variante asíncrona el profesor se ayuda de materiales didácticos, trabajo en grupo y otro tipo de actividades de tipo asíncrono (debate de casos prácticos en foro, etc.). En este tipo de modelos no tienen tanta importancia los contenidos ya que el peso de la acción formativa recae exclusivamente en el profesor. 

Modelos centrados en el alumno: 

La mayor parte de las instituciones que se dedican a la formación defienden que mantienen un modelo centrado en alumno. Hay una tendencia mundialmente extendida a valorar positivamente dejar de centrarse en la figura del profesor para hacerlo en la del alumno. Los modelos centrados en el alumno le deben permitir ejercer la libertad de aprovechar al máximo el apoyo que se le ofrece, de planificar su progreso de aprendizaje y de regular su propio ritmo de trabajo. Todos los elementos que forman parte del modelo pedagógico se pondrán a disposición de los alumnos para que puedan gestionar su propio proceso de formación. Para optimizar este objetivo es necesario tener presente dos puntos cruciales en la formación por medio de la web: la calidad pedagógica y el énfasis en el apoyo personalizado. Sin calidad pedagógica y sin un apoyo personalizado, el alumno difícilmente podrá realizar su propio aprendizaje, ya que aunque realice un gran esfuerzo para llevar a cabo el curso, es necesario unas pautas mínimas y un guía que le indique que es lo que debe hacer para realizarlo. 

Modelos centrados en los contenidos: 

En este tipo de modelos, también denominados autoformativos, el peso de la formación recae por completo en los contenidos. Por este motivo los contenidos deben estar muy bien diseñados con gran cantidad de recursos multimedia, ayudas interactivas, refuerzo inmediato, actividades, etc., en definitiva autosuficientes. La plataforma se convierte en un simple repositorio de contenidos. Puede tener o no soporte tutor. Este modelo supone que el alumno desarrolla casi por sí sólo el proceso de formación, apoyándose para ello en los diferentes materiales y recursos que se le ofrecen. De manera puntual, este método permite realizar consultas a un tutor, que también podría ocuparse de la evaluación de los alumnos y de la valoración y revisión de las diferentes actividades abiertas que pudieran plantearse. Este modelo requiere de una absoluta implicación en el proceso de aprendizaje por parte del alumno, puesto que se desarrolla de manera autodidacta de tal modo que el tutor existente sólo intervendría de forma reactiva o bajo demanda. La evaluación en este tipo de programas debería realizarse mediante algún tipo de prueba final automática porque no existe una presencia lo suficientemente permanente del formador como para que un modelo de evaluación continua resultara riguroso. 

 Modelos centrados en la interacción entre iguales: 

En este tipo de modelo se apuesta por la interacción y el trabajo colaborativo. Las virtudes de este modelo de e-learning son resultado de la mayor motivación para los alumnos que conlleva la posibilidad de trabajar en actividades de grupo, al tiempo que el proceso de construcción del propio conocimiento se enriquece con aportaciones de compañeros que desempeñan su labor profesional en campos relacionados, pero diferentes, y, por lo tanto, pueden generar nuevas y estimulantes perspectivas para el alumno ante una misma cuestión. Este modelo puede tener una variante síncrona o asíncrona, si las actividades y dinámicas de grupo se desarrollan en tiempo real o bien a través de foros u otros sistemas asíncronos. 

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